RAZONES PARA NO CERRAR EL CORAZÓN

 

 RAZONES PARA NO CERRAR EL CORAZÓN 

El corazón, la sucursal de alma, siempre que nos referimos al término, hablar desde el corazón, es  para tocar los temas más importantes y los sentimientos más sinceros, puros y profundos de nuestro ser.

Pero que sucede cuando nuestra vida emocional sufre algún ataque, cuando este corazón, estos sentimientos sufren algún dolor, alguna decepción, etc. generalmente nos vamos hacia la parte negativa de estos casos y nos cerramos a lo que nos dicte el corazón, decidimos hacernos duros, fuertes y mostrarnos desinteresados y fríos ante este sentimiento.

El problema de todo esto, es que creemos haber sanado y creemos que estamos manejando la situación de la mejor manera, siendo esto un grave error  ¿razón? Porque al sufrir un desequilibrio en nuestra vida emocional, no podemos trasladarnos de manera tan drástica a la frialdad y a la dureza, ya que finalmente estas dos últimas tarde o temprano van a terminar lastimándonos ¿entonces qué hago? Tratándose de algo tan valioso y tan importante como nuestro bienestar emocional y nuestra paz interna, lo que debemos hacer es tomar el camino de la sanación, es hacer a un lado el resentimiento, el dolor, la dureza y empezar a soltar poco a poco el vínculo que nos une a la persona o personas que dañaron nuestro corazón, reconocer y aceptar nuestros errores y llegar al primer paso y el más importante dentro de este proceso: perdonar.

Un error que solemos cometer es encerrarnos en nosotros mismos, aislarnos de los amigos, la familia, etc. cuando lo que necesitamos es todo lo contrario, lo que debemos hacer es llenar nuestra cajita emocional de nuevos recuerdos, nuevas experiencias, nuevas conversaciones, nuevas sonrisas que compartir y que recordar.

Un paso muy importante es dejar de tocar esas heridas internas y compadecernos de nosotros mismos, ya que eso solo nos llevara a hundirnos cada vez más hasta correr el riesgo de caer en una depresión. El proceso de aprendizaje del ser humano tiene duelos y es importante vivirlos, llorarlos, hablarlos, perdonarlos y seguir avanzando, porque la vida sigue y está ahí con posibilidades infinitas de que seamos felices, todo depende de cómo la miremos, es mejor mirarla con esperanza, fe, amor y aprendizaje, las pruebas superadas y respetadas en cuanto a su proceso te van a dar fortaleza (no frialdad)

Abre tu corazón para ser feliz, ama la vida, disfruta la vida y disfruta de la inmensa cantidad de posibilidades que nos brinda cada día para ser mejores personas, mejores seres humanos y hacer de este un mundo mejor. Nuestro país, nuestro mundo, nuestro planeta necesita amor, empecemos por nosotros mismos y hagamos que nuestro viaje por la vida sea maravilloso.

PATRICIA ZEPEDA

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Amor propio

                                                                Amor propio
                 

Autoestima, factor determinante para fomentar un amor propio saludable. Sin embargo, no siempre la tenemos ni la tomamos en cuenta. Quizá podríamos visualizarla con mayor nitidez y saber por qué es tan importante mejorar esta relación con nosotros mismos si atendemos la raíz de la cuestión. Es decir, si observamos cuáles son los beneficios que nos llevaran a obtener una autoestima alta.

Uno de los principales motivos es el incremento de la resiliencia. De la cual ya he hablado en columnas anteriores en específico en mi texto llamado: El lado positivo de la adversidad. En el camino de la vida vamos a afrontar situaciones de todo tipo. Y cuando lleguen capítulos fuertes y dolorosos nos sentiremos más capaces para hacer frente a estas condiciones, si nuestro nivel de autoestima es alto.

Si nuestro amor propio es saludable aprenderemos y estaremos conscientes de que nuestro valor no depende de las demás personas ni mucho menos de los factores del entorno que son cambiantes y temporales sino de la verdad de nuestra propia esencia y creencia la cual será permanente y estaremos seguros de nuestro valor.

El desarrollo de mantener una autoestima alta constante a lo largo de la existencia es vital para fomentar una autovaloración positiva de uno mismo pero sin caer en la vanidad y la soberbia y fomentar un ego mal enfocado.

Tanto en el aspecto personal, familiar, social, así como en el ámbito profesional, nos sentiremos más preparados para alcanzar los objetivos vitales si tenemos un nivel de amor propio saludable, si somos seres humanos conscientes de nuestros defectos, talentos, puntos débiles y capacidades. Un ejemplo claro puede ser una entrevista de trabajo, en donde es posible que sea más determinante tener una autoestima alta que tener un currículum perfecto. (Esto no quiere decir que no debamos prepararnos lo suficiente, al contrario si conjugamos ambas, el resultado será maravilloso).

Aquellas personas que tienen autoestima alta, generalmente poseen una higiene mental positiva, no pierden el tiempo comparándose con los demás. Es nuestro nivel de autoestima el que nos ayuda a defender nuestros derechos, a recordar que somos seres dignos de respeto y amor.

Esto conlleva a que las relaciones personales también mejoren cuando cada persona se ama a sí misma. El amor propio es clave para establecer lazos de igualdad.

¿Quieres elevar tu autoestima? Suelta el pasado, aprende a perdonarte por tu propio bien. Practica este gesto de egoísmo sano. Intenta evitar los extremos en tu vida para encontrar el equilibrio de los puntos intermedios al tomar tus decisiones. Te sentirás más seguro. Practica la libertad responsable de asumir no solo tus actos sino también cuales serán sus consecuencias. Esta es la verdadera madurez de vivir.

La práctica del bien y el amor es la mejor medicina saludable para elevar la autoestima. El bien se fundamenta en la honestidad, en la tolerancia, la paz y la verdad. Comienza por no engañarte a ti mismo en lo realmente importante de la vida. Lucha por llegar a ser la persona en la que te quieres convertir, sé constante en la búsqueda de tus sueños. Deja volar tu creatividad para conectar con tu vocación por ser feliz.

Utiliza tu lógica para fomentar la autodisciplina en tu vida. Aprende a escuchar tu sentido común. Dedica tiempo en tu vida a relacionarte con los demás puesto que eres un ser social por naturaleza.

Esta socialización no solo está relacionada con la amistad y el amor. Es decir, tus habilidades sociales en general, actividades y proyectos que te hagan sentir vivo y en interacción con un entorno en el que se enmarca tu propia vida.

Fomenta la lectura de obras que forman parte de la literatura universal. Te recomiendo el libro “Un mundo feliz” escrito por Aldous Huxley. Otra obra literaria con un gran trasfondo psicológico es “Ana Karenina”, una novela apasionante de Leon Tolstoi. Y otro de los títulos que como lector te regala elevadas dosis de autoestima gracias a sus enseñanzas es “El Quijote”, de Miguel de Cervantes. Otra de las obras más que recomendable es “Orgullo y Prejuicio” de Jane Austen. Son libros nada complejos, fáciles de digerir y seguro te dejaran un lindo aprendizaje.

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